"El Asesino del Río Bravo"
Pedro Padilla Flores (nacido en la década de 1970`s) es un asesino serial
mexicano, responsable de por lo menos 3 feminicidios en Ciudad Juárez,
mediáticamente se le conoce como "El Asesino del Río Bravo", haciendo
alusión a su modus operandi. Fue capturado y condenado a prisión por estos tres
asesinatos en 1986, pero escapó de prisión en 1990 y sigue prófugo hasta la
fecha. Actualmente, es uno de los principales sospechosos de los feminicidios
en Ciudad Juárez aún no resueltos. Era un asesino desorganizado, sedentario,
hedonista motivado por compulsión sexual y depredador sexual.
Antecedentes
Padilla vivía en el distrito Mariscal del centro de Ciudad Juárez, era
un drogadicto asiduo.
Crímenes
En 1986, empezaron a aparecer los cuerpos de mujeres jóvenes a orillas
del Río Bravo, estos crímenes representan unos de los primeros feminicidios
reportados en Ciudad Juárez. Las mujeres,- algunas todavía niñas,- presentaban
señales de abuso sexual y habrían sido muertas por estrangulamiento.
Pedro Padilla solía seguir a sus víctimas hasta parajes desiertos donde
las sometía y violaba, las asesinaba ahorcándolas con sus propias manos,
supuestamente el estrangulamiento ha sido frecuentemente empleado por los
feminicidas en Ciudad Juárez debido a que con ello logran que la vagina se
contraiga durante la violación.
Muy posiblemente, Padilla Flores habría cometido los crímenes bajo el
influjo de las drogas. Para Joel Norris, el consumo de drogas es frecuente
durante la primera fase conductual de los asesinos en serie, en la cual se
distancian de la realidad.
Aprehensión, condena y escape
Padilla fue capturado en 1986, por el Comandante Segundo de la Policía
Judicial del estado de Chihuahua, Felipe Pando, en total Predo Padilla Flores
confesó 30 asesinatos pero solo se le pudo relacionar con 3: los de dos mujeres
y el de una niña de 13 años de edad.
Fue sentenciado a cadena perpetua. Pero solo estuvo preso durante 4
años en el Centro de Rehabilitación Social (CERESO) de Ciudad Juárez, ya que
escapó de prisión en 1990 en lo que representa uno de los mayores casos de
negligencia e incompetencia policíaca en México.
Nuevos crímenes
En 1992 volvieron a comenzar los asesinatos de mujeres en Juárez. Para
Felipe Pando, Padilla Flores es el principal sospechoso de los asesinatos:
"Padilla era un asesino en
serie. Deberían andar tras él como uno de los principales sospechosos..."
(Pando Felipe; 1992).
Pese a que Pando tiene una de las peores reputaciones dentro de la
policía fronteriza, con varias denuncias por tortura y confesiones forzadas, es
innegable que muchos de los crímenes recientes contra mujeres en Juárez
corresponden al patrón y modus operandi de Padilla Flores.
El asesinato de Hester S. Van Nierop
El 20 de septiembre de 1998, es hayado bajo la cama de la habitación
de un hotel en la zona roja de Ciudad Juárez el cuerpo de la ciudadana
holandesa Hester Suzanne van Nierop; la mujer había sido violada y muerta por
estrangulamiento, presentaba múltiples mutilaciones que correspondían a un
patrón de desfeminización y también tenía una incisión en el cuello.
Hester había llegado al hotel el 19 de septiembre de 1998 en compañía
de un hombre. La persona que había rentado la habitación había firmado como
"Roberto Flores".
Retrato hablado
El compañero de van Nierop fue descritó a la policía como:
"...complexión atlética, de
edad aproximada de 30 a 35 años, tez clara, cabello oscuro..., ojos claros
rasgados, nariz recta, 1.76 metros de altura, acné en la cara y una pequeña
cicatriz en la mejilla derecha..." (Anónimo; 1998)
Sorprendentemente, la descripción correspondía a la de Pedro Padilla
Flores además el asesino había firmado con su segundo apellido, pero el modus
operandi no correspondía al suyo, éste más era un asesino organizado.
Aparentemente había evolucionado. Hester no había sido la primera y no fue la
última en morir de ésta forma, Padilla Flores se convirtió en el principal
sospechoso de su muerte y el de las otras.
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