Abdel o Abdul Latif Sharif (Egipto, 19 de septiembre de 1947 - Ciudad
Juárez, Chihuahua, México, 2 de junio de 2006) fue un químico y asesino serial
egipcio que operó en México y posiblemente también en Estados Unidos. Fue
conocido mediáticamente como “El Destripador”, “El Depredador” o “El Chacal de
Ciudad Juárez”, su nombre tomó relevancia al ser acusado en 1995 de ser el
responsable de alrededor de 20 feminicidios en Ciudad Juárez, aunque solo fue
procesado y condenado por uno. Sharif era un asesino organizado, nómada,
hedonista motivado por compulsión sexual y depredador sexual.
Infancia y juventud
Sharif naci ó en el seno de una familia musulmana en Egipto, durante
su niñez sufrió de constantes abusos sexuales por parte de su padre y otros
familiares varones. Se graduó como ingeniero químico en su natal país.
Llegada y vida en América
Emigró legalmente a Estados Unidos en 1970, arribó a Nueva York, en
donde empezó a trabajar. Estuvo ocupado en un mismo empleo durante 8 años,
cuando, en 1978, fue despedido a causa de sus problemas con el alcohol.
Entonces se trasladó a Pensilvania, donde residió durante 3 años. En 1981, se
muda a Florida, en donde estuvo empleado en la empresa Cercoa Inc., durante
este tiempo se suscitan las primeras agresiones sexuales de Sharif; en 1982,
contrae matrimonio y se divorcia, tras un breve lapso, después de haber
golpeado a su esposa. Sharif era un químico destacado, de hecho durante su
estancia en libertad en México se mantuvo de las patentes en varios procesos
petroquímicos que él había inventado.
Crímenes
Faceta como violador en serie
Sharif era un promiscuo, alcohólico y pedófilo. Cuentan que solía
torturar a animales moribundos durante sus expediciones de caza y que
coleccionaba ropa de niña.
La primera agresión sexual de Abdul que se conoce ocurrió el 2 de mayo
de 1981, en Palm Beach (Florida), cuando con engaños le había prometido un
empleo como ama de llaves a una mujer y cuando la llevo a su casa, la
secuestró, golpeó y violó en repetidas ocasiones. Posterior a las agresiones
simplemente dejó ir a la mujer, ella declaró que le había dicho:
"¡Oh! ¿Te he hecho daño? Creo que deberías ir a un
hospital." (Sharif refiriéndose a la mujer; 1981)
La defensa de Sharif fue financiada por Cercoa Inc.; bajo el alegato
de que fue un encuentro consensuado, Sharif solo enfrentó cargos por agresión,
y no por violación y privación ilegal de la libertad, salió en libertad
condicional.
Casi justo después de salir de prisión, en agosto de 1981, agrede a
otra mujer. Esta ocasión es condenado a 45 días de prisión, nuevamente su
defensa es financiada por Cercoa Inc. Curiosamente Sharif no fue despedido
hasta 1982.
En 1982, tras su despido, se traslada a Gainesville, Florida, en donde
contrae matrimonio. Su esposa se divorcia de él, después de que éste la hubiera
golpeado hasta la inconsciencia. El 17 de marzo de 1983, se registra la tercera
violación de Sharif, nuevamente con el engaño de la oferta de empleo como ama
de llaves, atrae a una mujer a su casa. La golpea, viola y amenaza de muerte,
ella logra escapar y lo denuncia. Esta vez, es condenado a 12 años de prisión
en 1984.
Tras pasar tan solo 5 años en prisión, sale en libertad en 1989, y en
una muestra de impunidad y negligencia del sistema judicial americano, Sharif
no es deportado a Egipto pese a que el juez había dictaminado que así sería.
Ese año se traslada a Midland, Texas, en donde es contratado por la empresa
trasnacional Benchmark Research and Technology. En 1991, es detenido por
conducir ebrio, y pese a ser identificado no es deportado. En 1993, vuelve a
violar a una mujer, su defensa es patrocinada por Benchmark Research and
Technology, y en un acto de total impunidad, es dejado en libertad bajo la
promesa de que nunca más volvería a pisar suelo estadounidense.
Así el 14 de mayo de 1994, Abdul L. Sharif llega a Ciudad Juárez,
todavía como empleado de Benchmark.
Faceta como asesino en serie
El primer homicidio confirmado de Sharif que se conoce ocurrió en
México en marzo de 1995, pero existen ciertos indicios de que su trayectoria
como asesino serial pudo haber comenzado entre 1978 y 1981, en Estados Unidos,
durante su estancia en Pensilavania, cuando se suscitaron las desapariciones de
varias mujeres y niñas que nunca fueron halladas, Sharif jamás pudo ser
relacionado con estos misteriosos hechos. Además, en 1983, la amenaza de muerte
a su cuarta víctima de violación citaba textualmente:
"Te voy a enterrar en el bosque. Ya lo hice antes, lo haré otra
vez..." (Sharif; 1983)
A su llegada a México, se asienta en el lujoso y exclusivo fraccionamiento
Rinconadas de San Marcos, de Ciudad Juárez, con todos los gastos auspiciados
por Benchmark Research and Technology, fue aquí donde supuestamente ocurriría
su prolífica pero breve trayectoria como asesino serial, que duró de 1994 a
1995.
Detención, proceso jurídico y condena
El 3 de octubre de 1995, Sharif es denunciado por una sexoservidora
drogodependiente, Blanca Estela Díaz de 19 años de edad, de haberla secuestrado
durante 3 días tiempo en que la habría golpeado, violado y amenazado de muerte.
Los cargos fueron desechados al comprobarse que, a diferencia de lo que ella
había declarado, no presentaba señales de abuso sexual.
Después de tan solo 20 minutos de ser liberado, es reprehendido, esta
vez por la desaparición de Elisabeth Castro García, una joven de 17 años de edad,
con quien supuestamente Abdul sostenía una relación sentimental. La hermana de
Elisabeth, Eunice Castro García, había denunciado la desaparición de ésta el 15
de agosto de 1995.
El cadáver de una mujer que parecía corresponder al de Elisabeth fue
encontrado sepultado en el desierto de Lote Bravo, pero la investigación dio un
vuelco total cuando se comprobó que el cuerpo no pertenecía a Castro (de hecho
Elisabeth Castro estaba viva), sino a otra mujer desaparecida en marzo de 1995,
Silvia Rivera Salas. Según testigos Silvia había sido "levantada"
(secuestrada) por dos sujetos en una camioneta.
Sharif fue declarado culpable y condenado a 30 años de prisión por la
muerte de Silvia Rivera. También se abrió un nuevo proceso penal que lo acusaba
del asesinato de otras 17 mujeres.
Polémica
Chivo expiatorio
Sharif era un críminal sexual con un largo historial de agresiones a
mujeres, no fue difícil creer para todos que él era el responsable de los
asesinatos en serie. Además para la fiscalía y el gobierno chihuahuense era un
verdadero alivio poder presentar a un responsable de los feminicidios. Sharif
no hablaba español, no se puso atención a los testimonios que indicaban que
Silvia había sido plagiada y asesinada por, por lo menos, 2 personas y además ante
los medios públicos se mencionó que Abdel enfrentaba cargos por alrededor de
100 asesinatos cuando en realidad solo eran por menos de 20. Arturo González
Rascón, procurador de Justicia del estado en aquél entonces, afirmó que con la
llegada de Shariff a la ciudad:
"...empezaron a aparecer mujeres violadas y estranguladas en
parajes semidesérticos." González Rascón Arturo; 1995)
Lo cierto es que los primeros feminicidios en Ciudad Juárez datan
desde principios de 1980.
Nuevos crímenes
Entre octubre de 1995 y abril de 1996, tiempo en el que Sharif ya
estaba preso, se registraron otros 12 feminicidios en la ciudad. En 1996,
fueron detenidos 5 asesinos seriales que actuaban en grupo, los Rebeldes de
Ciudad Juárez, a quienes se les acusó de asesinar a 17 mujeres.
Ese mismo año, otros 5 asesinos seriales que operaban en grupo, los
Ruteros, Ruleteros o Choferes de Ciudad Juárez, fueron detenidos. Según las
autoridades éstos asesinos hubieran sido contratados por Abdel Sharif para que
cometieran los homicidios y así poder desviar las investigaciones.
Para 1996, Abdel Sharif enfrentaba 17 cargos por homicidio material
agravado, 24 cargos por homicidio intelectual, decenas de cargos por secuestro
y violación, y cargos por crimen organizado e inhumación ilegal de restos
humanos.
Muerte
Abdel Latif Sharif falleció el 2 de junio de 2006, a la edad de 59
años, en el Centro de Rehabilitación Social de Ciudad Juárez, por un paro
cardíaco consecuente a un shock hipovolémico generado por una hemorragia
intestinal crónica por una úlcera péptica. Ya desde el 2003, había sido
diagnosticado con cirrosis hepática subsecuente a hepatitis C y hepatitis
alcohólica, y un cuadro depresivo mayor.
Fue sepultado en México, ya que no se logró localizar a ningún familiar
que repatriara sus restos. No hubo ninguna ceremonia religiosa. A su entierro
asistió el cónsul egipcio en México, Karim El Sadat. Alegó ser inocente hasta
el último momento.
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